Crisis económica del 2008

La Crisis Financiera del 2008 fue una recesión económica global que comenzó en Estados Unidos y se extendió rápidamente al resto del mundo.
Todo se originó en el mercado de hipotecas subprime: los bancos otorgaban préstamos a personas con alto riesgo de impago, bajo la idea de que el precio de las viviendas seguiría aumentando. Sin embargo, cuando los precios cayeron, millones no pudieron pagar sus hipotecas y comenzaron las ejecuciones masivas.
Esto provocó un colapso en grandes instituciones financieras como Lehman Brothers, generando una pérdida generalizada de confianza en el sistema. El pánico financiero hizo que se congelara el crédito, afectando a empresas, empleos y gobiernos en todo el mundo.
Consecuencias e impacto global

Las consecuencias fueron profundas:
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Desempleo masivo en muchos países.
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Cierre de empresas y reducción del consumo.
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Rescates financieros por parte de los gobiernos para salvar bancos.
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Cambios en la regulación financiera, como la Ley Dodd-Frank en EE. UU.
El impacto también fue social: muchas personas perdieron sus hogares, se generó descontento social y desconfianza hacia las instituciones financieras.
Desde entonces, se ha reconocido la importancia de una supervisión más estricta del sistema bancario y de fomentar la educación financiera para evitar errores similares en el futuro.